sábado, 22 de noviembre de 2014

DIALOGO INTERCULTURAL


La riqueza cultural del mundo es su diversidad dialogan te. Cada cultura se nutre de sus propias raíces, pero sólo se desarrolla en contacto con las demás culturas.
Una de las misiones principales de la UNESCO es garantizar el espacio y la libertad de expresión de todas las culturas del mundo. En consecuencia, éstas no deben ser identificadas y preservadas separadamente, sino más bien revivificadas con el objetivo de evitar que queden reducidas a ghettos, contrarrestar tendencias de aislamiento cultural y prevenir el conflicto.
En el marco de la mundialización y del contexto político internacional actual, el diálogo intercultural adquiere un nuevo sentido convirtiéndose en un instrumento indispensable para garantizar el mantenimiento de la paz y la cohesión del mundo.


Para Panikkar el diálogo intercultural sitúa las perspectivas de la cultura como limitadas y con la posibilidad de intercambio. Es a través del diálogo -dialogal- que, basado en la confianza recíproca, permite el encuentro con el otro.
Desde una óptica distinta, Dussel diría que entre culturas se da una asimetría que las sitúa en condiciones diferentes para relacionarse. Sostiene, asimismo, que el diálogo intercultural, debe ser transversal y multicultural, que no presuponga la ilusión de la simetría entre las culturas.
Para Fornet-Betancourt, en cambio, el dialogo intercultural es un proyecto que demanda, para llevarse a cabo, ciertas condiciones en el ámbito latinoamericano.
El diálogo intercultural es la comunicación construida a partir de los pueblos o culturas, por lo que no se le puede ceñir a una definición excluyente del contexto histórico, es necesario replantearlo como oportunidad de encuentro real con el otro.

La cultura es el espacio-tiempo que habitamos y en el que aprendemos a establecer el diálogo y lo que se entienda por cultura y sus formas constituye la base para efectuar el análisis de lo que se concibe por diálogo intercultural.
Aquí se abordará la concepción que de diálogo intercultural han tenido tres autores: Panikkar, Dussel, y Fornet-Betancourt. El primero con una percepción mundialista y los dos últimos desde la óptica latinoamericana. 
Para Panikkar (1997; 2000), la cultura está constituida por ritos, costumbres, opiniones, ideas dominantes, así como por las formas de vida que caracterizan a un pueblo en una época determinada; la lengua, la historia y la geografía son factores culturales. Es en este sentido que no existen universales culturales sino invariantes humanas como el comer, dormir, pasear, hablar, relacionarse, etc., pero el modo en que cada cultura se interpreta, se vive y se experimenta es distinto. (p. 46; p. 10/30)
De lo anterior se desprende que para Panikkar (2006) la cultura no sea un concepto, sino un mito englobante de cada cosmovisión en un tiempo y espacio determinados en los que se compendian todos los modos de vida. El mythos es el horizonte subyacente y es aquello que damos por supuesto y que, por tanto, no cuestionamos. Al Mytho lo aceptamos como obvio, evidente natural, verdadero, convincente y no sentimos la necesidad de indagar más allá. Creemos en él hasta tal punto que ni siquiera «pensamos» creer en él.


























EGOCENTRISMO Y RELATIVISMO CULTURAL


§  El concepto de egocentrismo está ligado al desarrollo de la teoría antropológica. Aunque ahora nos parezca extraño que en los primeros tiempos de la antropología no aflorara la discusión sobre el concepto, a poco que reflexionemos nos daremos cuenta de que la ausencia de la imprescindible madurez científica relega el surgimiento de la noción de egocentrismo. Dado que el desarrollo teórico estaba de parte de los occidentales, éstos no se cuestionaron, más que raramente, el hecho, pensando que, en efecto, la cultura occidental era superior.
§  En esto consiste, precisamente, el egocentrismo, en conceder un valor superior a la cultura propia frente al que se otorga a la ajena, y en emplear los patrones de la propia para juzgar la cultura ajena. En la vida cotidiana, el egocentrismo es bien perceptible en los juicios de valor de quienes ven a las gentes de otras culturas como raras y atrasadas. Y, sin embargo, esta percepción requiere una reflexión crítica. El egocentrismo dificulta e impide la comprensión de las culturas de otros pueblos.
§  Las culturas no existen aisladamente ni al azar, sino que se acompañan de poderosas razones para existir. Por otro lado, el pensamiento de quienes las integran es lógico, igual que el nuestro, y también sabemos que las culturas son optativas por lo general. En consecuencia, no es equivocado pensar que las culturas tienen claros fundamentos para  existir. También es importante darse cuenta de que es errado tratar de entender una cultura empleando patrones de otra cultura. La lógica de la cultura exige que penetremos en la misma aprehendiendo los elementos que la conforman.
§  Frente al egocentrismo, y como forma de combatirlo, se halla el relativismo cultural. Al hilo del discurso se entiende que el relativismo cultural consiste en ponerse en lugar del otro para entender su cultura. El relativismo cultural consiste en adoptar los patrones culturales de la sociedad que se pretende estudiar, a fin de poder comprender su lógica interna.
§  Sin embargo, debemos comprender que este relativismo ha de ser puramente metodológico, y no radical. Es evidente que las culturas no son iguales, ni tienen por qué ser aceptables por entero sus valores. La interpretación radical del concepto de relativismo cultural nos llevaría a aceptar prácticas culturales desechables por entero, como las que se refieren al sometimiento de la mujer, o a su lapidación. El relativismo es sólo un principio que nos orienta acerca de la manera de comprender a otra sociedad. El hecho de que el antropología se convierta en un miembro más de la cultura que estudia no significa que deba abdicar de su neutralidad científica.
§  Las prácticas culturales que niegan los derechos humanos son reprobables desde cualquier punto de vista y, por supuesto, ello no contradice el principio del relativismo cultural, según el cual el antropología, o el científico social en general, debe tratar de ponerse en lugar del estudiado para comprender mejor su cultura.


§  Por otro lado, el hecho de que existan prácticas culturales denunciables no implica que esto sea lo común. Al contrario, la mayor parte de las prácticas culturales son respetuosas con los derechos humanos y, además, respetuosas con su propia tradición. Eso explica la reivindicación de muchas sociedades para que sus derechos culturales sean preservados y, de hecho, los grupos defensores de los derechos culturales, de manera similar a como lo hacen los defensores de los derechos humanos, tratan de poner a salvo aquellas culturas que corren serio peligro de extinción. Sabido es que en el siglo XX se perdieron numerosas lenguas, tal vez más que nunca en el pasado.


LA DIVERSIDAD CULTURAL EN MÉXICO



La diversidad de culturas u diversidad cultural se refiere al grado de variación cultural, tanto a nivel mundial como en ciertas áreas, en los que existe interacción de diferentes culturas coexistentes (en pocas palabras diferentes y diversas culturas). Muchos estados y organizaciones consideran que la diversidad de culturas es parte del patrimonio común de la humanidad y tienen políticas o actitudes favorables a ella. Las acciones en favor de la diversidad cultural usualmente comprenden la preservación y promoción de culturas existentes.
La Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural, adoptada por UNESCO en noviembre de 2001, se refiere a la diversidad cultural en una amplia variedad de contextos y el proyecto de Convención sobre la Diversidad Cultural elaborado por la Red Internacional de Políticas Culturales prevé la cooperación entre las partes en un número de esos asuntos.
La diversidad cultural refleja la multiplicidad e interacción de las culturas que coexisten en el mundo y que, por ende, forman parte del patrimonio común de la humanidad. Según la UNESCO, la diversidad cultural es "para el género humano, tan necesaria como la diversidad biológica para los organismos vivos".1
La diversidad cultural se manifiesta por la diversidad del lenguaje,2 de las creencias religiosas, de las prácticas del manejo de la tierra, en el arte, en la música, en la estructura social, en la selección de los cultivos, en la dieta y en todo número concebible de otros atributos de la sociedad humana.
La defensa cultural
La defensa de la diversidad cultural se basa en el sano equilibrio que debe de lograrse con la ayuda de los diferentes grupos culturales que existen en el mundo, pero sin afectar a terceros o exceptuar alguna cultura. La excepción cultural pone de relieve la especificidad de los productos y servicios culturales, incluido el reconocimiento especial por parte de la Unión Europea, en su Declaración sobre la Diversidad Cultural. Existen alrededor del mundo diferentes organizaciones, como lo es la UNESCO que temen sobre la tendencia hacia una uniformidad cultural, como prueba de ellos se pueden mencionar la desaparición de diferentes lenguas y de dialectos, como lo es las lenguas de Francia sin protección jurídica alguna que haga valer el derecho y que sobre todo realicen su permanencia; también podemos tomar como ejemplo el aumento de la preeminencia cultural de los Estados Unidos a través de la manera en que distribuye de sus productos de cine, televisión, cantantes, accesorios, ropa y productos de comida promovidos por los mismos medios de comunicación. Existen actualmente diferentes organizaciones internacionales que su trabajo se basa en la protección de las sociedades y de las culturas que se encuentran amenazadas por la extinción, incluyendo Survival International y la UNESCO. La Declaración Universal de la UNESCO sobre la Diversidad Cultural, adoptada por 185 Estados miembros en 2001, constituye el primer instrumento normativo internacional para preservar y promover la diversidad cultural y el diálogo intercultural.
La cultura es una hermosa diversidad que posee un valor muy importante tanto para el desarrollo como para la unión social y la paz. La diversidad cultural es la fuerza del desarrollo sostenible no solo para el crecimiento económico, sino para un complemento intelectual y moral. Así mismo, esta diversidad es un componente indispensable para reducir la pobreza y alcanzar la meta de un mejor desarrollo en la sociedad. Hablar de diversidad cultural es hablar de los reconocimientos que han impulsado los pueblos indígenas, o algunos fenómenos sociales como la migración o la globalización. La cultura es una parte fundamental de la sociedad y el mundo puesto que se refiere a las formas en que se expresan los diferentes grupos en una sociedad que manifiestan su forma de pensar a través de distintos modos de creación artística, producción y distribución de distintas ideas.
Diferencia entre diversidad cultural y diferencia cultural
De acuerdo al marco conceptual para La Diversidad Cultural publicada en el marco de la Campaña nacional por la diversidad cultural de México, "no es lo mismo hablar de diferencia que de diversidad cultural. Si hablamos de diferencia, tenemos un punto obligado de referencia. Somos diferentes en algo específico. Cuando se usa el concepto de diversidad, por el contrario, cada persona, cada grupo, cada comunidad necesita hablar de lo que es, de sus haberes, sus recursos, sus historias y proyectos, en suma, de su identidad. Porque lo diverso se define en relación consigo mismo y en relación con los otros, con los diferentes.




MULTICULTURALISMO



La noción de multiculturalismo surge de la conjunción de dos términos: múltiple y cultura, la palabra múltiple designa muchos elementos distintos entre sí, y la palabra cultura puede tener varios significados: primero la cultura es un elemento del contexto social que forma nuestra personalidad y influye sobre nuestra identidad. En segundo lugar también hay que subrayar que la cultura es un producto humano y social y que por lo tanto esta en continuo cambio por las acciones del hombre.
La cultura tiene dos componentes principales:
·         La cultura material: esta compuesta por todos los elementos tangibles relacionados con una cierta cultura pudiendo ser la forma de vestir, los símbolos religiosos (el velo musulmán, el crucifijo cristiano…), el arte, la literatura…
·         La cultura inmaterial: son el conjunto de valores, de creencias, el modo de pensar de actuar, las costumbres matrimoniales (poligamia, monogamia…) la religión, la manera de emplear el tiempo…
De lo dicho hasta ahora podemos deducir que el concepto de multiculturalismo, que aparece en la segunda mitad del siglo XX en EEUU causado por la diversidad y diferencias culturales de la sociedad norte americana y resalta la importancia de la afirmación de las creencias particulares y diferenciadas, es un termino que refleja la existencia de varias culturas diferentes en un mismo territorio.
El termino multiculturalismo puede ser usado para reflejar la realidad en su sentido normativo y también para designar la ideología llamada multiculturalita.
Multiculturalismo normativo e ideológico:
Como lo hemos comentado anteriormente el multiculturalismo tiene dos sentidos: puede usarse tanto en un sentido descriptivo que se aplica a la realidad observable o bien normativamente aplicándolo a una ideología.
En el uso descriptivo del multiculturalismo se ha pasado de relacionar cada marco geográfico con una única cultura correspondiente a hablar de un hecho real: la coexistencia dentro de una misma nación de varias culturas. Esta coexistencia es esencialmente fruto de la creciente inmigración hacia nuestras sociedades y no es aplicable ni a las antiguas colonias como estados unidos (era aplicable en le momento de la llegada de nuevas culturas pero no hoy en día) ya que en estos lugares se han ido homogenizando para crear una cultura común, ni a los países formados por muchas comunidades con diferente lenguaje, normas, culturas…como puede ser la india o Sudáfrica puesto que ya se ha dado en estos lugares la aparición de una cultura global y común. Por lo que al hablar de multiculturalismo como realidad hacemos referencia a una cultura nacional que recibe individuos que no comparten la misma cultura sino que traen con ellos la de su propio país y provocan una “coexistencia forzada” entre esas nuevas culturas extranjeras y la cultura del país acogedor.
De esta realidad en la que podemos observar que diferentes culturas comparten un mismo espacio geofísico se deriva un problema a la orden del día en la mayoría de los países europeos: la confrontación cultural. (Ésta última no es un hecho nuevo, recordemos el ya clásico ejemplo de la colonización española de las Américas y sus consecuentes sometimientos culturales que no permitían la coexistencia de diferentes culturas sino que pretendían que todos tuvieran y se adaptaran a la cultura castellana.)
Esta confrontación cultural hace imprescindible que se tomen medidas sociales, políticas, legislativas… que solucionen este choque cultural y determinen la manera mas adecuada de llevar las diferencias culturales a veces contradictorias. Se pueden dar dos casos distintos:
·         Integrar las nuevas culturas a la existente y permitir así que cada individuo siga su cultura de origen.

·         Exigir a las culturas extranjeras que se acomoden a la cultura nacional.


TOLERANCIA



Qué es Tolerancia:

Tolerancia se refiere a la acción y efecto de tolerar. Como tal, la tolerancia se basa en el respeto hacia lo otro o lo que es diferente de lo propio, y puede manifestarse como un acto de indulgencia ante algo que no se quiere o no se puede impedir, o como el hecho de soportar o aguantar a alguien o algo. La palabra proviene del latín tolerante, que significa ‘cualidad de quien puede aguantar, soportar o aceptar’.
La tolerancia es un valor moral que implica el respeto íntegro hacia el otro, hacia sus ideas, prácticas o creencias, independientemente de que choquen o sean diferentes de las nuestras.
En este sentido, la tolerancia es también el reconocimiento de las diferencias inherentes a la naturaleza humana, a la diversidad de las culturas, las religiones o las maneras de ser o de actuar.
Por ello, la tolerancia es una actitud fundamental para la vida en sociedad. Una persona tolerante puede aceptar opiniones o comportamientos diferentes a los establecidos por su entorno social o por sus principios morales. Este tipo de tolerancia se llama tolerancia social.
Por su parte, la tolerancia hacia quienes profesan de manera pública creencias o religiones distintas a la nuestra, o a la establecida oficialmente, se conoce como tolerancia de culto, y está estipulada como tal por la ley.
El 16 de noviembre fue instituido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como el Día Internacional de la Tolerancia. Esta es una de las muchas medidas de la ONU en la lucha contra la intolerancia y la no aceptación de la diversidad cultural.





CERTEZA



Lo primero que vamos a hacer es determinar que el término certeza procede del latín. Así al proceder a estudiar a fondo a aquel nos encontramos que su origen etimológico se encuentra en la suma de dos partes latinas claramente diferenciadas: el adjetivo certus, que puede traducirse como “preciso o seguro”; y el sufijo –eza, que es equivalente a “cualidad de cierto”.

La certeza es el conocimiento claro y seguro de algo. Quien tiene una certeza está convencido de que sabe algo sin posibilidad de equivocarse, aunque la certeza no implica veracidad o exactitud. Esto quiere decir que una persona puede afirmar que tiene una certeza y, sin embargo, la información que maneja es falsa o errónea.
Por ejemplo: “No puedo darte la certeza, pero creo que el mes que viene podremos comprar el coche nuevo”“Carla me dio la certeza de que mañana traerá el dinero”“Tengo la certeza de que no me estoy equivocando”.
Puede afirmarse que la certeza es la posesión de una verdad  que se corresponde con el conocimiento perfecto. La conciencia de una certeza permite afirmar este conocimiento sin temor de duda y con confianza plena en la validez de la información.
La certeza, por lo tanto, se basa en una evidencia, o en lo que el sujeto toma como una evidencia de carácter irrefutable. Lo evidente del conocimiento posibilita la afirmación y la posesión de la verdad.
A lo largo de la Historia muchos son los estudiosos, filósofos y pensadores en general que han abordado la certeza en sí y también su similitud o su diferenciación respecto a lo que sería opinión. Entre aquellos se encuentran, por ejemplo, clásicos de la filosofía griega como Aristóteles y Platón que basaron sus ideas en pilares tales como el conocimiento, el entendimiento, la experiencia y los sentidos.
Por supuesto, tampoco habría que pasar por alto el papel que jugó el francés René Descartes, el padre de la filosofía moderna, en el análisis del término que nos ocupa. En su caso, él dio un giro a las ideas que se habían concebido al respecto hasta el momento y vino a dejar patente que la certeza no estaba basada en el conocimiento, como se había venido explicando, sino más bien en la conciencia que se tiene de que un hecho concreto es verdad.
Kant, Russell, Karl Kopper o Gödel fueron otros de los autores que también analizaron a fondo la veracidad trayendo consigo la contraposición de todo tipo de teorías acerca de la esencia, los pilares y los resultados que trae consigo aquella.
El concepto contrario a la certeza es la ignorancia: si se desconoce algo, no se puede tener ninguna certeza. El grado medio de conocimiento entre la certeza y la ignorancia es la duda (el sujeto cree que el conocimiento puede ser veraz pero no está en condiciones de afirmarlo).
La duda, por lo tanto, tiene lugar cuando existe una insuficiencia del conocimiento para tener la confianza sobre su certeza. El conocimiento, en definitiva, aparece como imperfecto y la persona no posee confianza absoluta en la verdad de sus proposiciones.


















viernes, 21 de noviembre de 2014

GUERRA PAZ


Guerra y paz (en ruso Война и мирVoyná i mir), también conocida como La guerra y la paz, es una novela del escritor rusoLeón Tolstói (18281910) que comenzó a escribir en una época de convalecencia tras romperse el brazo por caer del caballo en una partida de caza en 1864. Primero se publicó como fascículos de revista (18651869). Guerra y Paz es considerada como la obra cumbre del autor junto con su otro trabajo posterior, Anna Karénina (18731877).
La publicación de Guerra y Paz empezó en el Ruski Viéstnik (El mensajero ruso), en el número de enero de 1865. Las dos primeras partes de la novela se publicaron en dicha revista en el transcurso de dos años y poco después aparecieron editadas aparte con el título Año 1805. A fines de 1869 la obra entera quedó impresa y en 2009 formó parte de la lista de los 100 Libros Más Vendidos.
Es una de las obras cumbres de la literatura rusa y sin lugar a dudas de la literatura universal. En ella, Tolstói quiso narrar las vicisitudes de numerosos personajes de todo tipo y condición a lo largo de unos cincuenta años de historia rusa, desde las guerras napoleónicas hasta más allá de mediados del siglo XIX.
Una parte de la crítica afirma que el sentido original del título sería Guerra y mundo. De hecho, las palabras «paz» y «mundo» son homónimas en ruso y se escriben igual a partir de la reforma ortográfica rusa de 1918. Sin embargo, Tolstói mismo tradujo el título al francés como La Guerre et la Paix. Tolstói dio tardíamente con este título definitivo inspirándose en la obra del teórico anarquista francés Pierre Joseph Proudhon (La Guerre et la Paix, 1861), al que encontró en Bruselas en 1861 y hacia el que sentía un profundo respeto.
Argumento
La trama se desarrolla fundamentalmente durante la invasión napoleónica de Rusia siguiendo la historia entrelazada de cuatro familias:
·         La familia Bezújov (esencialmente Pierre)
·         La familia Bolkonsky (el viejo príncipe Nikolái Andréievich, el príncipe Andréi [o Andrés, dependiendo de la traducción], la princesa María)
·         La familia Rostov (el conde Iliá Andréievich, Natasha, Nikolái)
·         La familia Kuraguin (Elena y Anatoly)
Junto a los personajes de ficción, a los que se considera tradicionalmente como auténticos sostenes de la trama, aparecen numerosos personajes históricos, menos definidos y quizá menos «humanos»: el emperador Napoleón I, el emperador ruso Alejandro I y el general Kutúzov.
En esta novela hay tres personajes centrales, incluyendo: el príncipe Andréi Bolkonsky, inteligente y erudito aunque descontento; el conde Pierre Bezújov, el heredero de una fortuna vasta y los problemas de ser una persona importante en la sociedad rusa y un amigo del príncipe Andréi; y la condesa Natasha Rostova, una joven bellísima y simpática, de una familia con muchas deudas.
Hay varias partes en Guerra y Paz, incluyendo: la introducción al lector sobre los personajes principales; el ejército ruso en Europa (y la batalla de Austerlitz); la paz; la guerra de Rusia de 1812 y la derrota de los ejércitos franceses después de la ocupación de Moscú; y la paz pos napoleónica. Describe además los bailes y las reuniones que se daban en casa de las familias aristócratas de Rusia en las cuales el tema de conversación era la guerra y la invasión napoleónica. Se relatan también la forma en que las familias rusas se vinculaban mediante los compromisos matrimoniales y la importancia que éstos tenían para la sociedad.
Tolstói además escribe abundantemente sus propias opiniones sobre la historia, la guerra, la filosofía y la religión.